Un conflicto bélico acarrea multitud de daños y consecuencias, en su mayoría difíciles de sobrellevar y superar. La invasión de Ucrania ha supuesto que muchos de los niños y las niñas que han vivido y viven esta situación sufran por experiencias dolorosas y traumáticas como la muerte de un familiar, el abandono de su hogar y su centro educativo, la separación de miembros de su familia y, en el caso que nos ocupa, adaptarse a un nuevo lugar, a un nuevo centro y a nuevas personas en su día a día.
En ese día a día, una de las dificultades que viven es la barrera del idioma, ya sea para interaccionar emocional, social o burocráticamente. El Gobierno de Castilla-La Mancha quiere actuar sobre esta circunstancia para que tanto a las familias como al nuevo alumnado que se incorpora procedente de Ucrania, les resulte el proceso lo más cómodo posible. Nuestro país siempre ha destacado por su solidaridad con los demás y estamos convencidos de que, como se ha demostrado, haremos que se sientan acogidos entre nosotros y apoyados en un momento así.
Sabemos que es una circunstancia anómala, pero nuestra escuela es una escuela integradora e inclusiva, el profesorado está preparado para atender al alumnado que se incorpora una vez empezado el curso e, incluso, si este desconoce nuestro idioma, como es en la mayoría de los casos de alumnado ucraniano que en estas semanas se ha ido matriculando y continuará haciéndolo. Nuestros profesionales de la educación atenderán a estos chicos y chicas y a sus familias en lo lingüístico, en lo educativo y en lo emocional para que su bienestar redunde en toda la ciudadanía.
Este documento pretende ser un conjunto de recomendaciones que podemos tener en cuenta a la hora de atender a estas familias en el ámbito escolar, especialmente cuando tratemos de manera personal, pues debido a esta situación, pueden manifestar diferentes emociones como inseguridad, incertidumbre, miedo, tristeza, rabia o ansiedad, entre otras, y un trato cordial y afectuoso les ayudará a afrontar esta situación con otra mirada.
En primer lugar, estas recomendaciones pretenden servir como refuerzo a otras administraciones y organizaciones encargadas del plan de acogida a las familias ucranianas.
En segundo lugar, pretenden servir al profesorado y personal educativo en sus tareas de acompañamiento emocional por las consecuencias sufridas por el conflicto, así como animarlos a ser agentes educativos para que el alumnado se adapte al currículo lo más cómoda y activamente posible.
También es importante no evitar el tema, es más, se recomienda mostrarlo y dialogar sobre esta situación para la enseñanza de valores como la libertad, la tolerancia, la solidaridad, etc.
Estas pautas tienen como finalidad la creación de un espacio emocional seguro, para ello recomendamos crear un ambiente en el que sean capaces de gestionar los cambios y lo que ellos conllevan, en el que se favorezca el aprendizaje, mediante rutinas y hábitos de estudio; en el que la comunicación sea la principal herramienta, por un lado, para prevenir o abordar cualquier problema que pudiera surgir, por otro, para generar relaciones sociales entre los miembros de la comunidad educativa.