Sin embargo, no son éstas las únicas formas de proporcionar formación a las familias. Así, puede diferenciarse la siguiente tipología de programas de formación:
a.- Programas destinados a la formación general de madres y padres. Son programas de alcance general, y en ellos pueden participar todas las familias que lo deseen. Se incluye en esta categoría las Escuelas de madres y padres y los folletos y revistas que edita la administración sobre aspectos del desarrollo infantil y la forma de comportarse con los niños. Hay que indicar que cada vez existen menos escuelas de madres y padres en sentido estricto, sino que se sustituyen por charlas, conferencias y debates que abordan aspectos divulgativos relacionados con el desarrollo y educación de niños y adolescentes. Con frecuencia, se complementan las charlas con algún tipo de material que los familiares puedan leer posteriormente, con el fin de profundizar más tarde o de dar continuidad a las reflexiones planteadas.
b.- Programas instruccionales dirigidos a madres y padres. Son programas que pretenden el aprendizaje de unos contenidos específicos que ayuden a los familiares a desarrollar unas prácticas o habilidades educativas concretas. Suelen centrarse en aspectos puntuales del desarrollo y sus actividades y contenidos están más delimitados y secuenciados que en la categoría anterior. Incluiríamos aquí los programas y documentos que tratan de enseñar a las madres y padres cómo actuar con hijos o hijas que presentan déficit intelectuales, sensoriales, etc.
c.- Programas dirigidos a lograr una mayor implicación de las familias y el profesorado en la educación de los niños. Son programas, incardinados en el Proyecto Educativo de los centros escolares, que pretenden una mayor continuidad en los objetivos y prácticas educativas que se dan en la escuela y en el hogar. Son más frecuentes en Educación Infantil, y adoptan a menudo la forma de talleres diversos con participación de los familiares; incluso, se fomenta la presencia de éstos en el aula para que puedan observar directamente las actividades de clase.
d.- Servicios dirigidos al desarrollo de las capacidades infantiles y de las competencias educativas en sus familias. Son servicios que se dirigen a las familias de una comunidad determinada; suelen desarrollarse en lugares diseñados a propósito para que las familias, los educadores y los niños hagan cosas juntos.
Uno de los principales errores en lo que pueden caer los programas existentes es que los profesionales que los desarrollan adopten un papel de expertos y que los padres y madres participantes adopten un papel de novatos. Todos podemos aprender de todos, de forma tal que incluso los familiares con menor formación aportan un bagaje de experiencias y sentido común que enriquece el diálogo y el intercambio de opiniones. Por esta razón, hay cada vez más programas autoinstruccionales que, con la ayuda ocasional de documentos escritos o consultores debidamente cualificados, permiten a las madres y padres gestionar su propio conocimiento. Muchos de estos programas adoptan la forma de aprendizaje electrónico y están disponibles a través de Internet.
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